Muchísima gente confunde el logotipo de un negocio con la marca, cuando hablamos del logotipo, hablamos del icono gráfico que representa la empresa, pero una marca es mucho más! Todo el diseño que acompaña al logotipo crea la identidad gráfica de marca, es decir, colores corporativos, packaging, diseño web, tipografía, estilo de imagen y demás elementos que componen un manual de identidad corporativa.
Una marca bien realizada se expresa a través de toda su identidad gráfica y no tan solo de un logotipo, es decir, todos los elementos de la marca han de ir en consonancia y todo a de sumar para transmitir esos sensaciones que queremos mostrar.
Es decir, si queremos una marca bien realizada no solo hemos de pensar en tener un logotipo, sino una identidad de marca que exprese lo que queremos. El logotipo sólo será la punto más alto del iceberg de nuestra marca, el punto que primer se verá pero sin el resto de marca debajo no resistirá.
Pongamos un par de ejemplos para verlo más claro.
Seguramente, si tu tienes una empresa que se dedica a fabricar calzado deportivo y alguien te viene con el swosh de Nike como logotipo, no te convencerá de todo. No tiene demasiado sentido si partimos del concepto del que parte el nombre de la marca, la diosa Atenea Nike.
Ni tampoco expresa demasiado por sí solo. Pero el isotipo Nike ha ido creciendo poco a poco, y ya hace mucho que el swosh de Nike se asocia con deporte, casi podríamos decir que el deporte se asocia con el swosh de Nike. Actualmente es una de las marcas mejores construidas del mundo y con más carácter, pero poca gente en ese momento hubiera apostado por ese logotipo tan abstracto y sencillo.
Otra gran marca pero con un logotipo que en principio poca gente compararía es Apple. Una marca de tecnología que se llama como una fruta y su logotipo es la silueta de esta fruta. A priori es arriesgado si más no, no hay ningún tipo de relación lógica entre una manzana y el mundo de la tecnología. Pero Apple ha conseguido a través de su sencillez y su simplicidad durante muchos años, que la manzana sea una isotipo que representa totalmente su marca.
Evidentemente en estos dos casos, el logotipo funciona perfectamente después de muchos años, esfuerzo y dinero invertido para transmitir esos valores de marca. Que han ido calando en la mente del consumidor a través de publicidad, packaging, diseño de producto, patrocinios…
Si nos fijamos un poco en el resto de marcas, nos podremos dar cuenta que las marcas que tienen más valor para nosotros, las marcas que nos creemos más y nos transmiten mejor su identidad son las marcas que más han trabajado todos sus elementos corporativos. Por ejemplo, todos podríamos definir que representa Red Bull con 5 palabras y seguramente todos hablamos de lo mismo, pero en cambio si hablamos de otra marca como Fanta nos cuesta mucho más definirla y seguramente cada uno tiene una imagen diferente en su cabeza sobre ella.
Eso no siempre es malo, hay muchas marcas generalistas, que se dirigen a un público muy amplio y no pueden definirse con un target en concreto. Para ello y fidelizar su público muchas veces optan por diversificar su producto y centrarse en diferentes targets para poder llegar a ellos con más facilidad.
A menudo vemos clientes que piden un logotipo, sin darle mas importancia a la marca, y como hemos visto anteriormente eso es un error garrafal. Es casi imposible que un logotipo por si solo nos aporte la identidad total de una marca. Un logotipo ha de ir acompañado de una tipografía, unos colores de marca, y un sin fin de elementos que generan esa identidad de marca única diferenciable y con la que el usuario puede sentirse identificado o atraído.
Si nuestra empresa tiene un logotipo pero no tiene una identidad propia estamos perdidos. Queremos decir perdidos ya que no tenemos unas pautas, un manual de identidad corporativo definido definida que seguir para que nuestra marca tenga cohesión.
Hay varios errores típicos que denotan que una marca no tiene cohesión y por lo tanto no transmitirá un mensaje correcto.
Si no es así a menudo nos encontraremos que para utilizar nuestro logotipo a menudo lo hemos de poner encima de pastillas de colores que suelen estropear los diseños.
La tipografía dice mucho de una marca, es importante que exista una cohesión y que nos decantemos por una o dos tipografías. Cuando hablamos de tipografías nos referimos a sus fuentes y toda su familia, es decir si usamos una fuente Helvética Neue, podremos usar toda su familia, Helvética neue Bold, Helvetica Neue light…
La tipografía elegida a de transmitir cierto valor de marca. Por ejemplo una fuente Sans Serif redondeada como Montserrat, nos proporciona un carácter actual y afable, una tipografía cercana de muy fácil lectura y muy polivalente. En cambio una tipografía como Times New Roman da una imagen de más seriedad y consistencia. Una tipografía más formal e ideal para cuerpos de texto. En el artículo Cómo Elegir una Tipografía Para tu Marca profundizamos más en el tema.
Es importante definir estas tipografías que representan nuestra marca, y elegirlas con acierto, pues no todas las tipografías combina bien entre ellas y podemos llegar a resultados que no funcionen del todo bien.
El rojo Ferrari, el amarillo Camel, el naranja Orange. Hay muchas marcas con colores muy representativos, que han hecho del color una identidad, pero no hace falta llegar a ese punto para darse cuenta de la importancia que tienen los colores para una marca. Si bien es verdad que hay muchas marcas, sobretodo de tendencias de moda que van variando de colores o estampados dependiendo de la temporada, siempre se rigen por un patrón.
Los colores igual que las formas geométricas son elementos fácles de recordar, piensa si no en la cantidad de juegos infantiles que funcionan con estos dos elementos.
Es por esa razón por ser tan memorable, que el color es un elemento ideal para crear valor de marca. Usar bien los colores de marca para conseguir que tu público asocie esos colores a tu marca es la mejor publicidad que puedes conseguir.
Imagina entrar en una sala toda blanca, muy limpia, con un par de muebles escandinavos de diseño minimalista y un ordenador de última generación. De que marca hablamos? Sin duda todos hemos pensado en Apple, y es que lo que ha conseguido esta marca es impresionante. Ha conseguido apropiarse de un estilo estético casi de una filosofía de vida.
El tono y estilo de una marca es muy importante, evidentemente el tono y estilo no lo aporta un logotipo, si no todo el conjunto de comunicación que le acompaña, la experiencia de compra, el trato al cliente, su publicidad…
Como es evidente es importantísima la cohesión para definir el tono y el estilo de nuestra marca, para que todas las acciones independientes que hagamos sumen en una misma dirección y ayuden a transmitir ese mensaje que quiere mostrar la empresa o marca.
Todos estos elementos son los que ayudan a configurar la identidad de una marca y logran hacerla creíble ante su público. Como hemos visto con un logotipo bien realizado sólo tenemos el tejado de la casa, pero hacen falta unos buenos cimientos para que ese tejado aguante bien fijado.